Guía para comer o cenar en un restaurante si vives con diabetes tipo 2

Jesús Spinola
CEO

Si vives con diabetes tipo 2, seguramente la idea de ir a un restaurante te ha generado más preocupación que emoción en más de una ocasión.

Los restaurantes suelen ofrecer platos con más calorías, grasas, azúcares y sodio de lo que necesitas, y las porciones pueden ser muy grandes. Esto puede dificultar el control de tu glucosa en sangre y tu peso, y aumentar el riesgo de complicaciones.

Sin embargo, esto no significa que debas renunciar a salir a comer. Con un poco de planificación, información y moderación, puedes disfrutar de una comida fuera de casa sin descuidar tu salud. Estas son algunas cosas que debes tener en cuenta si saldrás a comer a un restaurante y vives con diabetes tipo 2. 

Antes de salir…

  • Elige un restaurante que ofrezca opciones saludables, como ensaladas, verduras, pescado, carnes magras o platos vegetarianos. Evita los restaurantes de comida rápida, los bufés o los que solo tienen platos fritos, empanados o con salsas cremosas.
  • Revisa el menú del restaurante en su página web o llama para preguntar qué platos tienen. Así podrás decidir qué vas a pedir con anticipación y evitar las tentaciones o las prisas.
  • No salgas con mucha hambre; come un refrigerio saludable antes de ir al restaurante, como una fruta, un yogur o unas nueces. Esto te ayudará a controlar tu apetito y a elegir mejor lo que vas a comer.
  • Ajusta tu medicación o tu insulina según lo que vayas a comer. Consulta con tu médico o tu educador en diabetes cómo hacerlo. Recuerda llevar contigo tu medidor de glucosa y tu medicación.

En el restaurante…

  • Evita el alcohol, los refrescos, los jugos o las bebidas azucaradas, ya que pueden elevar considerablemente tu glucosa en sangre y aportar calorías vacías. Mejor opta por beber agua o bebidas sin azúcar. 
  • Procura pedir platos al horno, a la plancha, al vapor o asados en lugar de fritos, rebozados o con salsas. Si el plato viene con salsa, pide que te la sirvan aparte y usa solo una pequeña cantidad.
  • Elige carbohidratos de calidad. Opta por granos integrales, legumbres, frutas o verduras con almidón en lugar de pan blanco, arroz blanco, pasta o papas fritas. Estos carbohidratos tienen más fibra, vitaminas y minerales, y se absorben más lentamente en el organismo.
  • Disfruta de un postre ligero. Si te apetece algo dulce, elige una fruta fresca, un helado de yogur bajo en grasa o un flan sin azúcar. Evita los pasteles, las tartas, los chocolates o los dulces con mucha grasa y azúcar. Comparte el postre con alguien o pide una porción pequeña.

Al regresar a casa…

  • Mide tu glucosa. Es importante que sepas cómo te ha afectado la comida del restaurante y si necesitas ajustar tu medicación o tu insulina. Si tu glucosa está muy alta o muy baja, sigue las indicaciones de tu médico para corregirla.
  • Haz ejercicio. Una caminata después de comer puede ayudarte a bajar tu glucosa y a quemar algunas calorías. Además, te sentirás mejor y más relajado.
  • Evalúa tu experiencia. Piensa qué hiciste bien y qué podrías mejorar la próxima vez que salgas a comer. Aprende de tus errores y celebra tus logros.

¡Que la diabetes no te detenga!

Salir a comer a un restaurante no tiene por qué ser un problema si vives con diabetes tipo 2. Con un poco de planificación, información y moderación, puedes disfrutar de una comida fuera de casa sin descuidar tu salud. 

Recuerda elegir opciones saludables, controlar las porciones, ajustar tu medicación o tu insulina, medir tu glucosa y hacer ejercicio.

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