Diabetes y salud renal: Importancia y consejos para el cuidado de este órgano vital

Jesús Spinola
CEO

En este artículo hablaremos sobre la función de nuestros riñones, la importancia de mantenerlos sanos y responderemos las siguientes preguntas:

  • ¿Cuál es la función de los riñones?
  • ¿Qué pasa si no los cuidamos?
  • ¿Cuál es la mejor manera de proteger los riñones y evitar complicaciones renales viviendo con diabetes?

¿Cuál es exactamente la función de los riñones?

Los riñones eliminan los desechos y el exceso de líquido del organismo. También desechan el ácido producido por las células del cuerpo y mantienen un equilibrio saludable de agua, sales y minerales (como sodio, calcio, fósforo y potasio) en la sangre.

Su principal función es limpiar la sangre de toxinas y transformar los desechos en orina. Cada riñón pesa unos 160 gramos y elimina entre un litro y un litro y medio de orina al día. Los dos juntos filtran 200 litros de líquido cada 24 horas. 

La importancia de cuidar nuestros riñones al vivir con diabetes

La enfermedad renal diabética es una disminución de la función renal que se produce en algunas personas con diabetes. Pero, ¿en qué consiste exactamente? Significa que no hacen su trabajo tan bien como antes para eliminar los productos de desecho y el exceso de líquido del organismo. Estos desechos pueden acumularse en el organismo y causar daños en otros órganos. 

Sencillamente, piensa en ellos como en un filtro; un sistema muy eficaz para librar al organismo de residuos y sustancias tóxicas, y devolver al torrente sanguíneo vitaminas, aminoácidos, glucosa, hormonas y otras sustancias vitales. Los riñones realizan su función directamente en el flujo sanguíneo, que es depurado por vasos sanguíneos altamente especializados.

Cada riñón está formado por millones de diminutos filtros llamados nefronas. Con el tiempo, la diabetes puede dañar las nefronas, de modo que no funcionen tan bien como deberían. 

Síntomas tempranos de una nefropatía diabética

De acuerdo a la Clínica Mayo de Estados Unidos, en las primeras fases de la nefropatía diabética lo más probable es que no se note ningún signo o síntoma. Es una buena práctica hacerse análisis de sangre, orina y tensión arterial al menos una vez al año. Esto te permitirá controlar mejor la afección y evitará complicaciones futuras. Sin embargo, en etapas posteriores, los síntomas de la nefropatía diabética pueden incluir:

  • Inconsistencias en presión arterial
  • Inflamación de extremidades y ojos
  • Mayor urgencia de micción
  • Desorientación o dificultad para concentrarse
  • Dificultad para respirar
  • Problemas de apetito
  • Vómitos y náuseas
  • Cansancio

¿Qué debo hacer para mantener la buena salud de mis riñones?

Los Institutos Nacionales de Salud de EE.UU. (NIH) ofrecen las siguientes recomendaciones para mantener los riñones en buen estado.

Síntomas tempranos de una nefropatía diabética

Te recomendamos hacerte revisiones periódicas con tu médico, implementar una alimentación balanceada e incorporar actividad física a tu vida diaria. Los cuidados preventivos y cambios de estilo de vida saludables te ayudarán a prevenir una nefrología diabética.

¿Pueden dañarse mis riñones si tengo prediabetes?

La respuesta es sencilla: sí.

Las personas con prediabetes tienen un nivel de azúcar en sangre más alto de lo normal, pero aún no lo suficientemente alto como para que se les diagnostique diabetes. La prediabetes aumenta el riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2, cardiopatías, accidentes cerebrovasculares y, sí, una enfermedad renal crónica.

Según una nueva investigación, las personas con este diagnóstico suelen padecer una enfermedad renal crónica (ERC) no detectada. En este amplio estudio, se observó que más de un tercio de los participantes presentaban dos signos de enfermedad renal: proteínas en la orina (denominadas albuminuria) y una capacidad reducida en la función renal medida por la tasa de filtración glomerular. Mantente alerta, la apariencia de la albuminuria en la orina no es normal y se detecta en un análisis de orina hecho por un laboratorio. Existen kits de análisis caseros para la detección de albúmina en la orina, pueden adquirirse sin receta y son fáciles de realizar. Proporcionan resultados precisos cuando se siguen cuidadosamente todas las instrucciones, pero siempre es bueno realizarlos por instrucción o consultando a un médico.