¿Qué es la resistencia a la insulina y cómo saber si la tengo?

Jesús Spinola
CEO

Entre los principales factores que provocan la aparición de la diabetes tipo 2, destacan la genética, llevar un estilo de vida sedentario, la obesidad y la resistencia a la insulina.

Este último es de especial interés, pues es también considerado como la primera etapa en el desarrollo de la diabetes tipo 2. Se da tras un periodo prolongado de inactividad física y alimentación deficiente y, de no identificarse o tratarse a tiempo, puede evolucionar a prediabetes y, posteriormente, diabetes tipo 2. 

En este artículo, aprenderemos más sobre la resistencia a la insulina, sus causas, cómo identificarla y qué hacer en caso de ser diagnosticada. Pero antes, es importante conocer algunos datos básicos.

¿Por qué es importante la insulina?

Antes de entender que es la resistencia a la insulina, es importante saber más sobre esta hormona y cual es su función en el cuerpo. 

El páncreas la produce y tiene como finalidad el transporte de glucosa que está en la sangre hacia el interior de las células. Una vez allí, el organismo la utiliza como energía en prácticamente todos sus procesos de funcionamiento.

Esta hormona es fundamental para regular la cantidad de glucosa que circula en el torrente sanguíneo, ya que las células absorben glucosa gracias a ella. La insulina actúa como un mensajero químico informando al hígado para que almacene un poco de esa glucosa, no la libere en el torrente sanguíneo y la almacene en forma de glucógeno.  

Casi 60% de la población mundial es resistente a la insulina o está en riesgo de desarrollar esta condición. Cuando la capacidad de las células de absorber y utilizar el azúcar en sangre, para conseguir energía disminuye debido a la abundancia de glucosa en sangre, se da la resistencia a la insulina y, al pasar esto, el riesgo de desarrollar prediabetes y posteriormente diabetes tipo 2 aumenta. 

Esto se debe a que, con el propósito de que se mantengan seguros los niveles de azúcar, el páncreas comienza a secretar más de esa hormona y, tras un cierto periodo esforzándose de más, el páncreas se torna incapaz de seguir produciendo insulina, provocando el desarrollo de la prediabetes o diabetes tipo 2.

¿Cuál es la diferencia entre resistencia a la insulina, prediabetes y diabetes?

La prediabetes ocurre cuando los niveles de glucosa o azúcar en sangre son más altos de lo normal, pero aún no son lo suficientemente altos para que se haga un diagnóstico de diabetes. Personas con alta resistencia a la insulina son las más probables de desarrollar la prediabetes. De acuerdo a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (sigla en inglés CDC), aproximadamente 1 de cada 3 personas tiene prediabetes.

Una vez que esta condición avanza, principalmente debido a un mal cuidado de la salud, el cuerpo se vuelve incapaz de regular y usar el azúcar, o glucosa, como combustible; esto ya es considerado diabetes tipo 2. La circulación de azúcar en el torrente sanguíneo aumenta, debido a ocurrencia de esta enfermedad a largo plazo (crónica).

Existen dos problemas principales en la diabetes tipo 2. La insulina no es suficientemente producida por el páncreas y la manera a que las células responden a la insulina no es adecuada, consumiendo menos azúcar.

Datos de la Fundación para la Diabetes en España muestran que más de 5,3 millones de personas, es decir, 14% de los mayores de 18 años presentan diabetes tipo 2, ocurriendo con mayor frecuencia a partir de los 61 años, sobre todo en mujeres.

Entonces, la resistencia a la insulina puede considerarse como una etapa antes de la prediabetes y de la diabetes tipo 2; si una persona no recibe tratamiento o no sigue estrategias de control, el problema progresará a prediabetes y, finalmente, a diabetes tipo 2.

¿Cómo saber si tengo resistencia a la insulina?

Aún no hay un consenso universal sobre los motivos que detrás de la aparición de la resistencia a la insulina pero, lo que sí se sabe es que la exposición prolongada a niveles elevados de insulina, citoquinas pro-inflamatorias y ácidos grasos contribuyen a este problema y esto ocasiona una internalización de los receptores de insulina. 

Es muy posible que todo esto produzca una retroalimentación positiva, es decir, un “círculo vicioso'', debido a que se aumentan los niveles de insulina cuando se aumentan los niveles de glucosa y, en su momento, esto aumenta la resistencia a esta.

Generalmente, no se presentan síntomas para la resistencia a la insulina hasta que la diabetes se haya desarrollado. Entretanto, esa enfermedad también puede llevar a ciertos problemas de salud que te pueden ayudar a observar si realmente la tienes, tales como:

  1. La resistencia a la insulina puede conducir al desarrollo de esta enfermedad de la piel, la cual provoca que aparezcan manchas negras en la ingle, las axilas y en la parte posterior y los costados del cuello.
  2. Papilomas cutáneos: Crecimientos pequeños de la piel aparecen en estas mismas áreas con frecuencia.
  3. Síndrome de ovario poliquístico (SOP): La resistencia a la insulina puede exacerbar los síntomas de SOP, que pueden incluir ciclos menstruales irregulares, infertilidad y períodos dolorosos.

La identificación de la resistencia a la insulina antes de que haya alterado el metabolismo de la glucosa es extremadamente inusual, no porque sea poco común, sino por dos factores. Para empezar, como hemos visto, es posible que los trabajadores médicos no calificados sean incapaces de reconocer los signos y síntomas de la resistencia a la insulina. 

En segundo lugar, porque requiere análisis de sangre que no se solicitan regularmente y que ni siquiera están disponibles universalmente.

¡Actúa antes de que sea tarde!

Afortunadamente, la resistencia a la insulina se puede revertir si se descubre antes de que se convierta en diabetes. Además, controlarla también puede ayudar a disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y otros trastornos. 

La actividad física y, si es necesario, la pérdida de peso pueden ayudar a que la respuesta del cuerpo a la insulina sea mejor. Pequeños cambios, como llevar una dieta más sana y hacer más ejercicio para bajar de peso, pueden ayudar a las personas con prediabetes a revertir ese problema y evitar o retrasar la diabetes tipo 2.