Diabetes tipo 2 ¿cuál es su tratamiento?

Jesús Spinola
CEO

Recibir un diagnóstico de diabetes tipo 2 puede ser abrumador. Es común que en ocasiones se hable mucho más sobre las consecuencias y complicaciones de la diabetes que del diagnóstico y su tratamiento. Para evitar que esta interfiera con la calidad de vida, es necesario que realices cambios significativos en tu rutina, pero tampoco es el fin del mundo.

En este artículo repasaremos los tratamientos más comunes para la diabetes tipo 2. Desde los fármacos que se utilizan hasta los métodos “naturales” para regularla, como una alimentación balanceada y rutinas de ejercicio. Educarte sobre la diabetes y su tratamiento, te ayudará a sobrellevar esta condición de manera más fácil y efectiva. 

Antes de continuar, recuerda que es importante que no te auto-mediques y que siempre consultes a tu médico ante cualquier duda o aclaración. 

Tratamientos farmacológicos

Existen varios tipos de medicamentos que se utilizan en el tratamiento de la diabetes tipo 2. Cada uno funciona de manera diferente en el cuerpo, sin embargo, el fin es el mismo: ayudar a controlar los niveles de azúcar en la sangre. Los medicamentos se dividen en las siguientes categorías:

Metformina

Este es uno de los medicamentos más comunes y usualmente se utiliza como primera opción para el tratamiento de la diabetes. Este ayuda a reducir la producción de glucosa natural que genera el hígado y aumenta la sensibilidad de insulina en el cuerpo.

Insulina

A pesar de que el cuerpo produce esta hormona naturalmente, esta funciona de manera distinta en personas que viven con diabetes. Puede ser que el páncreas no produzca lo suficiente o las células no la utilicen eficientemente. Esta sustancia se puede aplicar mediante una bomba o una inyección. Las dosis y la frecuencia en las que es usada varían de persona a persona.

Gliptinas

Los inhibidores de la DPP-4, también conocidos como gliptinas. Son medicamentos que ayudan a reducir los niveles de azúcar en la sangre después de las comidas. Estos medicamentos actúan bloqueando una enzima llamada DPP-4, que normalmente reduce la cantidad de hormonas que estimulan la producción de insulina. Al bloquear esta enzima, los inhibidores de la DPP-4 pueden ayudar a aumentar la cantidad de insulina que produce el cuerpo.

Gliflozinas

Estos medicamentos, como las gliptinas, son inhibidores, pero la diferencia está en el elemento que bloquean. En este caso, su función es bloquear una proteína llamada SGLT2, que normalmente ayuda a que los riñones reabsorban la glucosa de la orina y la devuelvan al cuerpo. Al bloquear la SGLT2, el cuerpo elimina más glucosa a través de la orina. 

Glucagón

Estas, contrarias a los inhibidores, son estimulantes. El glucagón induce la producción de una hormona  llamada GLP-1. La función de esta es  aumentar la producción de insulina en el páncreas y reducir la producción de glucosa en el hígado

Cambios en el estilo de vida

Además de los tratamientos farmacológicos, es importante entender que la alimentación, el estilo de vida y el ejercicio son una parte fundamental para prevenir complicaciones por diabetes tipo 2 y controlar los niveles de glucosa en el cuerpo. Por ejemplo, los niveles altos de estrés representan una amenaza para el control de la glucosa. Dependiendo de tus necesidades, tu especialista podrá recomendarte un plan alimenticio que incluya todos los tipos de alimentos y cubran tus necesidades nutricionales.

Para algunas personas que viven con diabetes, puede resultar complicado realizar algunos tipos de actividades físicas. Por ejemplo, quienes desarrollan neuropatía diabética muchas veces experimentan dolor en sus articulaciones. Por esto, hay algunos ejercicios recomendados especialmente para ellos. Las actividades de bajo impacto, como la bicicleta o la natación, además de ser beneficiosos para cuidar las articulaciones, ayudan a regular los niveles de glucosa en el cuerpo.

Recuerda que siempre es importante consultar a un especialista antes de realizar en tu rutina. 

Remisión

Para algunas personas con diabetes tipo 2,  los cambios en el estilo de vida pueden llevar a una remisión. Esto es posible cuando los niveles de azúcar se mantienen dentro del rango normal sin necesidad de medicamentos. Despedirte de los medicamentos no significa que también te despidas de la diabetes. Recuerda que, al ser una enfermedad crónica, la diabetes tipo 2 no tiene cura.

Sin embargo, para mantener esta “libertad” farmacológica, es importante mantener los hábitos saludables y visitar a tu médico regularmente.

¡No dejes que nada te detenga!

Aunque la diabetes tipo 2 requiera seguir una rutina, que en ocasiones puede parecer estricta, su manejo no es imposible. Recuerda que no debes automedicarte, ya que esto podría resultar contraproducente para tu salud. Cualquier duda que tengas respecto a tu tratamiento, consulta a tu médico. Además, para aligerar la carga y que todo resulte más sencillo para ti, te recomendamos buscar el apoyo de familiares, especialista y amigos. Tus preocupaciones son válidas, hablar de ellas podrá hacer tu camino todavía más fácil. 

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